Por Juan López
Las enseñanzas de la historia política dominicana de los últimos 42 años (en 13 diferentes comicios), en cuanto a procesos electorales y sus resultados, sugieren que los herederos del boschismo sean capaces de superar diferencias circunstanciales y quisquillas personales e importantizar el supremo interés nacional para materializar una alianza electoral PLD-FP, a los fines de participar, con las máximas posibilidades de triunfar, en las elecciones del 2024.
Esa historia nos informa que el PRD ganó en las elecciones de 1978 y 1982 aliándose con varios partidos pequeños. Igualmente, el PRSC-Balaguer realizó alianzas con varias organizaciones para ganar en 1986 y 1990. El triunfo del PLD en 1996 necesitó de la formación del Frente Patriótico. El PRD para ganar en el 2000 necesitó el apoyo de varios partidos.
Luego, un grupo de partidos pequeños participaron en los seis triunfos consecutivos del PLD en las elecciones de 2004, 2006, 2008, 2010, 2012 y 2016. Mientras que el PRM ganó en el 2020 aliado con 6 diferentes partidos.
Conscientes de esa historia de alianzas políticas triunfantes, de que en más de 4 décadas ningún partido en RD ha ganado sin alianzas; en los propósitos de la inmensa mayoría de las aguerridas militancias del PLD y FP existe un profundo sentimiento de construir una alianza electoral de los verdaderos partidos y movimientos de la oposición.
Esta actitud unitaria de la militancia PLD-FP también está tomando en cuenta la agresiva “gestión de compra-venta” que el gobierno del PRM-Abinader está implementando en la “conquista” de alcaldes, regidores y dirigentes de los partidos de oposición, principalmente, de las membresías PLD-FP.
En consecuencia con esa situación política, en el PLD y FP se han creado positivas expectativas para la formación de esa triunfante alianza electoral; para lo que también se fundamentan en la aquilatada experiencia política, la vocación de poder de sus respectivos líderes y dirigentes, así como en la perentoria necesidad de superar la insoportable inflación, la inseguridad ciudadana, las improvisaciones y desaciertos sociales y políticos del gobierno del PRM-Abinader.
La carpintería para constituir esa necesaria alianza PLD-FP y otros partidos de oposición, se debe iniciar con la realización de un preciso diagnóstico para identificar los candidatos más idóneos para las elecciones municipales, a efectuarse el próximo 18 de febrero. Una sensata comisión mixta evaluará los diferentes aspirantes para seleccionar los más apropiados para presentarlos como candidatos comunes de la alianza PLD-FP en los 158 municipios y 235 distritos municipales.
Con esta alianza PLD-FP y otros partidos de oposición se garantizará el triunfo en la mayoría de los gobiernos municipales, lo cual repercutirá de forma positiva en las elecciones presidenciales. Obviamente, con el previo compromiso de apoyar en la posible segunda vuelta electoral al candidato presidencial del PLD o FP que quede en primer o segundo lugar.
Con esta reflexión no pretendemos “descubrir el agua tibia”. Sólo asimilar las lecciones que nos ofrece la historia política dominicana, aprovechar las oportunidades que nos ofrece, utilizar la lógica política de los que tienen “ganas y necesidad de ganar”, vocación de poder y los genuinos sentimientos patrióticos de la gran mayoría de los miembros y dirigentes del PLD y FP.
Ojalá así lo comprendan las cúpulas del PLD-FP, no pierdan el tiempo y sean capaces de agilizar el proceso para formalizar la alianza para los comicios municipales y luego para los niveles congresuales y presidenciales del 2024, con lo cual se ¡honrará la memoria del Prof. Bosch y beneficiará al pueblo dominicano!
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