La primera unidad de la Central Termoeléctrica Punta Catalina (CTPC) realizó su sincronización la tarde de este miércoles con la inyección de los primeros 36.5 megavatios, lo que marca el inicio de su generación al Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI) en forma escalonada hasta alcanzar su capacidad máxima de 337 megavatios netos, informó el vicepresidente ejecutivo de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), Rubén Jiménez Bichara.
Explicó que la sincronización, que previamente había sido anunciada por el presidente Danilo Medina en su discurso de rendición de cuentas de este 27 de febrero, se realizó con éxito y marcó los indicadores adecuados para la operación regular de la planta.
Dijo en rueda de prensa que el SENI reconoció la presencia de la planta y en lo adelante se continuará con el proceso de prueba y la inyección de energía en pequeñas cantidades, pero de forma ascendente hasta alcanzar su capacidad máxima de 337 megavatios netos.
“El proceso continuará en los días por venir y para la próxima semana la planta estará operando con carbón mineral, lo cual implica un aumento de la oferta eléctrica nacional”, manifestó.
De su lado, el administrador general de la CTPC, Jaime Aristy Escuder, explicó que el proceso de sincronización implica la conexión del turbogenerador al sistema, se sincroniza la frecuencia y a partir de ahí se comienza a general.
“El proceso de sincronización se hizo a 3,600 revoluciones por minuto, que es el nivel óptimo de operación alcanzado en alrededor de diez minutos. Eso indica que esa planta es capaz de entrar al sistema en este tiempo a partir de su encendido”, indicó.
El aporte de la primera unidad de Punta Catalina se realizó durante un período de 30 minutos, luego fue sacada del sistema para comenzar el proceso de enfriamiento con hidrógeno al generador, con lo que operará de manera normal y en mayor capacidad.
Las primeras pruebas de giro de turbina con vapor a presión producido por la caldera se han realizado desde la semana pasada, pero ahora con la sincronización queda demostrado que la planta opera de manera efectiva y sin fallas técnicas, lo cual agiliza su pronta entrada al SENI con un aporte regular de generación.
Las pruebas están a cargo del consorcio constructor y bajo la supervisión constante de varios ingenieros especializados de General Electric, fabricante del generador.
Punta Catalina se construye mediante un contrato EPC (Ingeniería, Procura y Construcción), una especie de “llave en mano”, por lo que todas las pruebas son a discrecionalidad del consorcio constructor, ya que su entrega al contratante (CDEEE) se realiza luego de que se completan todas las pruebas y tras un período de tiempo en operación, de forma que la entrega se haga cuando la planta esté en óptimas condiciones.
La primera unidad de Punta Catalina tiene una capacidad de 376 megavatios brutos, con lo que podrá inyectar al sistema una capacidad neta de hasta 337 megavatios al SENI en la medida en que avance el período de pruebas.
El presidente Medina informó que la primera unidad de Punta Catalina estará operando a plena capacidad durante el mes de marzo y que la segunda unidad, con igual capacidad entrará en operación en mayo de este año, con lo que su aporte total alcanzará los 674 megavatios netos.
La Central Termoeléctrica Punta Catalina cuenta con un moderno sistema de traslado de carbón mineral mediante tuberías cerradas que impiden su expansión en el ambiente. Lo mismo ocurre con el almacén de carbón, que es completamente techado y cerrado.
Además, la planta tiene un moderno Sistema de Tratamiento de Emisiones de Gases, un componente adicional que evita la salida de humo contaminante al exterior, ya que previamente pasa por unos filtros de reducción de sus efectos al medio ambiente.
Su construcción se realiza con una inversión contractual de US$1,945 millones, a los que se agregan otros US$336 millones correspondientes a un fondo de contingencia que garantiza su terminación en el tiempo previsto y cuya devolución al Estado o acreditación al Consorcio constructor Odebrecht-Tecnimont-Estrella, está condicionada a los resultados de un proceso de arbitraje internacional.