Washington.- La Cámara de Representantes de EE.UU. aprobó este miércoles la imposición de nuevas sanciones contra funcionarios del Gobierno del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, después de que el Senado diera el pasado lunes su apoyo a la iniciativa.
El texto legislativo que contempla las sanciones, dirigidas a promover la defensa de los derechos humanos en ese país, depende ahora de la firma del presidente estadounidense, Barack Obama, para su entrada en vigor, tras recibir luz verde en ambas cámaras del Congreso.
Tras la aprobación a viva voz por unanimidad hoy en la Cámara Baja, el presidente de Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara, el republicano Ed Royce, dijo que, con la decisión del Congreso, EE.UU. «envía un mensaje contundente de apoyo a todos los venezolanos que anhelan libertad, democracia y el imperio de la ley».
El presidente del Comité de Asuntos Exteriores del Senado, el senador demócrata Robert Menéndez, también valoró la aprobación del texto legislativo.
«Este es un día de acción contundente, un momento en el que el Congreso levanta su voz unida en contra de las violaciones de derechos humanos cometidas por el Gobierno de Maduro en Venezuela», indicó Menéndez en un comunicado.
La Casa Blanca insinuó hoy, antes de la votación en la Cámara de Representantes, que Obama firmará la nueva tanda de sanciones a Venezuela si ambas cámaras del Congreso aprobaban un nuevo proyecto de ley, tal y como ha sucedido.
Un funcionario de la Casa Blanca, que pidió el anonimato, dijo a Efe que la Administración de Obama «no se opone a las medidas adicionales propuestas por el Congreso» para sancionar a Venezuela.
Un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Patrick Ventrell, dijo a Efe que la Administración de Obama «comparte las preocupaciones del Congreso, y las de otros actores regionales e internacionales, sobre la situación en Venezuela».
«No hemos permanecido en silencio, ni lo haremos, frente a acciones del Gobierno venezolano que violan los derechos humanos, las libertades fundamentales y las normas democráticas», sostuvo el portavoz.
Durante meses, la Administración Obama se opuso a aumentar las sanciones contra el Gobierno venezolano en respuesta a los episodios de violencia y represión que se desencadenaron en el país desde las manifestaciones estudiantiles del pasado febrero, con la esperanza de que oposición y Gobierno acercaran posturas.
La Casa Blanca había reiterado, desde que comenzaran las protestas en Caracas, en las que murieron más de 40 personas, que la resolución del conflicto debía resolverse de manera interna y negociada.
Sin embargo, el Gobierno de EE.UU. decidió en julio pasado finalmente suspender las visas de algunos funcionarios venezolanos, después del fin de las negociaciones y tras el último encontronazo entre Caracas y Washington con la puesta en libertad del general venezolano Hugo Carvajal, reclamado por la justicia estadounidense.
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